Los cambios que genera un embarazo se suman a los cambios psicosociales de la etapa adolescente (rebeldía, ambivalencia, necesidad de independencia, confusión de su imagen corporal, búsqueda de identidad y aislamiento), por lo tanto se producen temores, desequilibrio emocional, depresión, angustia, somatizaciones, intentos de aborto y en ocasiones de suicidio.
Todo esto, deriva en la necesidad de apoyo a las jóvenes embarazadas. Muchas veces es necesaria la familia, en especial la figura materna, juega un papel sumamente importante en el sentimiento de apoyo durante los embarazos en adolescentes, ya que éstos representan una forma de aceptación por parte de la sociedad.
Por otra parte, también pueden recibir apoyo por parte de dependencias sociales como centros de apoyo a las embarazadas sin hogar, a embarazadas drogadictas, religiosos, etc. que ofrecen ayuda médica, psicológica, alimentación, hogar.
Una última dependencia que ofrece apoyo en éste tipo de casos es los servicios médicos, que pueden proporcionar apoyo médico y de planificación familia, sobre todo en las dependencias del primer nivel de atención.
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